En la pizzería Roberta’s, de Nueva York, una de sus empleadas decidió hacer algo memorable en su último día de trabajo. Así, esperó a los minutos finales de su turno para ir al reservado del restaurante y cambiarse de uniforme. Entró vestida de pizzera y salió ataviada como una stripper.
Con el único abrigo de unas medias de rejilla y un mensaje pintado en su espalda, “PEACE OUT”(algo así como “¡que os den!”*), la joven camarera dejó boquiabiertos a los clientes, a algunos de los cuales repartió cariñosos abrazos, según Vicky Oyomba, autora de la foto.
Por supuesto, sus jefes desconocían el plan de su inquieta empleada, a quien sacaron del salón tan pronto como fue posible. La camarera, de la que no ha trascendido su nombre ni su rostro (me alegro de que pueda mantener su anonimato), no debía estar muy satisfecha con su experiencia en Roberta’s y protestó al estilo FEMEN, la organización feminista ucraniana en la que sus activistas se quitan la ropa para denunciar los abusos de su Gobierno.
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